Las Madres de la Plaza de Mayo, 40 años después
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Desde hace cuarenta años, las madres de la Plaza de Mayo se reúnen cada jueves en esta plaza de Buenos Aires para reclamar la verdad sobre la suerte de sus hijos, desaparecidos en la dictadura en Argentina. De la vanguardia en materia de derechos humanos a la polémica politización durante el kirchnerismo.
Fue un 30 de abril de 1977, en plena dictadura militar argentina, que 14 madres decidieron reunirse en la plaza de mayo, frente a la Casa de Gobierno ocupada por militares desde el golpe de estado de marzo de 1976. Amas de casa en su mayoría, estas madres osaron desafiar a la Junta y se pararon ahí, mostrando
las fotografías de sus hijos desaparecidos.
La policía, sorprendida por aquella audaz manifestación las obligó a marchar, puesto que las reuniones públicas de más de tres personas estaban prohibidas.
Fue entonces que de dos en dos, empezaron a marchar en torno a la pirámide, llevando en sus cabezas un simple pañuelo blanco.
Esta marcha se repitió de manera ininterrumpida cada jueves y desde entonces, reclaman la verdad sobre la suerte de sus hijos, desaparecidos en la dictadura en Argentina.
Los militares las llamaron con desprecio las "locas de la Plaza de Mayo".
Una de estas madres que estuvo en los inicios fue Taty Almeida quien recuerda: «claro que estábamos locas: de dolor, de rabia, de impotencia, desorientadas, nos llevaron lo más preciado que tiene una mujer, que es un hijo", dice Taty, de 86 años, figura emblemática de las Madres de Plaza de Mayo, Línea Fundadora.
“¿Son Heroínas? "No, salimos como leonas a gritar, a buscar a nuestros cachorros", relata Taty Almeida a la AFP: "Esa rabia, nosotros la hemos transformado en amor, en lucha pacífica", explica esta ex maestra, madre de Alejandro, desaparecido desde el 17 de junio de 1975, un estudiante de medicina de 20 años miembro del grupo guerrillero Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).
Como él, otros 30.000 opositores desaparecieron a manos de milicias de derecha de la denominada Triple A o de la dictadura que gobernó Argentina entre 1976 y 1983.
Pero en estos cuarenta años también hubo división entre las madres de la plaza de mayo, en los años 80 se dividieron en dos asociaciones por diferencias sobre cómo llevar a cabo su lucha.
La Línea Fundadora, la de Taty Almeida, está enemistada con Hebe de Bonafini, quien dirige la otra facción de las Madres de Plaza de Mayo, esta última facción se ha visto en los últimos años desprestigiada por los escándalos de corrupción que conciernen a su líder Hebe de Bonafini.
Contra el olvido
Ahora estas madres son octogenarias o nonagenarias, pero el tiempo no ha hecho mella en su determinación. Siguen reuniéndose cada jueves a las 15H30 en la Plaza de Mayo.
En 2003, la llegada al poder de Néstor Kirchner relanzó sus esperanzas. Cientos de militares han sido juzgados y condenados por represión de opositores.
A Taty también le entusiasma que "muchos jóvenes acompañen a las Madres cada jueves".
"Yo no sé de dónde sacamos nuestra fuerza, pero tenemos que seguir nuestra lucha por la memoria, la verdad y la justicia", dice.
Con el correr de los años las consignas han cambiado. "Al principio fíjate que se gritaba '¡aparición con vida! Con vida los llevaron, con vida los queremos!' porque creíamos que estaban vivos, después pasaron muchos años, y tuvimos la certeza que ya no estaban vivos, aunque políticamente jamás los vamos a dar por muertos, (son) detenidos desaparecidos", afirma.
Uno de los manifestantes pronuncia a viva voz el nombre de un desaparecido. El cortejo responde a cada nombre con un grito "¡Presente!", su receta contra el olvido.
"Las locas -dice Taty- seguimos de pie".
(Con la AFP)
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