El ministro del Interior de Francia defiende su papel en el caso Benalla

París (AFP) –

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El ministro del Interior francés, Gérard Collomb, defendió este lunes su gestión tras la difusión de un video que muestra a un responsable de seguridad del presidente Emmanuel Macron golpeando a manifestantes en una protesta el 1 de mayo, un caso calificado por la oposición de "escándalo de Estado".

Collomb, quien compareció ante diputados reunidos en comisión de investigación, dijo que tuvo conocimiento del video en el que se ve a Alexandre Benalla golpeando a un manifestante al día siguiente de los hechos, pero que no le correspondía a él alertar a la justicia.

"No le corresponde al ministro hacerlo", declaró Collomb, quien señaló no obstante que sus servicios informaron sobre la existencia de este video al jefe de la policía y a los servicios de la presidencia el mismo día.

"Pensaba, como es la regla, que se tomaron las medidas apropiadas. Le correspondía a ellos aplicar sanciones e informar eventualmente a las autoridades judiciales", indicó el ministro.

Collomb precisó que no habló directamente sobre este caso con Macron, quien mantiene silencio sobre el mismo, lo que alimenta las críticas de la oposición.

Este lunes, un portavoz del gobierno se limitó a decir que el presidente, que considera que los hechos reprochados a Benalla son "inaceptables", está "determinado a que se establezca la verdad".

El caso Benalla salió a la luz pública la semana pasada después de que el diario Le Monde divulgara el video en el que se puede ver a este hombre, equipado con un casco de policía, golpeando a un manifestante que ya se encontraba en el suelo.

Un segundo video, publicado el viernes, muestra con más detalle a este responsable de seguridad de Macron empujando a una chica por el cuello y luego pegando a un joven durante una manifestación en París.

Benalla fue el responsable de la seguridad de Macron durante la campaña presidencial, antes de ser nombrado "responsable de misión" en el Elíseo.

- Macron anula visita al Tour de Francia -

La oposición acusa al gobierno de Macron de haber querido encubrir a Benalla y a Vincent Crase, un empleado del partido presidencial LREM, que también aparece en los videos zarandeando a manifestantes.

Ambos hombres fueron inculpados el domingo por la justicia con el cargo de "violencia en reunión". También fueron imputados tres policías por haber transmitido a Benalla imágenes de cámaras de seguridad.

Cada día, desde que este escándalo salió a la luz surgen nuevas revelaciones sobre los privilegios con los que contaba Benalla que, a sus 26 años era adjunto al jefe de gabinete de la presidencia, se ocupaba de tareas de seguridad, contaba con un despacho en el Palacio del Elíseo y con credenciales para acceder a la Asamblea Nacional.

Según el semanario Le Journal du Dimanche, Emmanuel Macron habló por teléfono con Benalla -que fue despedido el viernes-, después de la revelación de Le Monde.

Un portavoz de la presidencia afirmó el jueves que después del 1 de mayo Benalla fue "despojado de sus funciones en materia de organización de seguridad de los desplazamientos del presidente". El mismo, no obstante, aparece en varias imágenes recientes acompañando a Macron o a la pareja presidencial.

"El Elíseo debe dar una explicación", dijo este lunes la líder de la extrema derecha, Marine Le Pen, que estimó que la presidencia podría haber querido encubrir los hechos, mientras que el líder de la izquierda radical, Jean-Luc Mélenchon, consideró que este caso está "al nivel del Watergate".

El jefe de la policía de París, Michel Delpuech, comparecía ante la comisión este lunes por la tarde.

Paralelamente a la investigación parlamentaria, una investigación administrativa fue abierta y encargada a la inspección de la Policía que entregará un informe a finales de esta semana.

Macron por su parte anuló este lunes una visita prevista para el miércoles a la ruta del Tour de Francia, anunció el Elíseo, que negó no obstante cualquier relación entre esta decisión y el caso Benalla.