HUNGRIA / CORONAVIRUS / DERECHOS HUMANOS

Hungría: el riesgo de una democracia en cuarentena en el corazón de Europa

El primer ministro de Hungría Viktor Orban en Budapest el 10 de marzo de 2020.
El primer ministro de Hungría Viktor Orban en Budapest el 10 de marzo de 2020. REUTERS/Bernadett Szabo

En nombre de la lucha contra el coronavirus, el Parlamento de Hungría le otorgó poderes ilimitados al primer ministro Viktor Orban. Por un tiempo indefinido, el líder conservador y populista podrá gobernar por decretos, suspender las elecciones y derogar cualquier ley. Una reforma que pone la democracia en cuarentena, denuncian la oposición, ONGs y expertos internacionales.

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Para responder a la crisis sanitaria causada por el coronavirus, el primer ministro populista Viktor Orban instauró el pasado 11 de marzo el estado de emergencia. Con la reforma adoptada este lunes - con 137 votos a favor y 53 en contra - en el Parlamento de Hungría, esta medida de excepción se prolonga de manera indefinida.

La ley, aprobada por mayoría de dos tercios en el Legislativo, permite a Orban gobernar por decretos, suspender el calendario electoral y derogar cualquier norma, sin fecha límite.

"Debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para detener la propagación del virus. El proyecto de ley encaja perfectamente en el marco constitucional húngaro", aseguró la ministra de Justicia, Judit Varga, poco antes de la votación.

ONU y Consejo Europeo preocupados

El pasado 27 de marzo, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos se dijo "preocupado por las evoluciones políticas en Hungría". Recordó que, según el derecho internacional, las medidas de excepción – que muchos países están adoptando frente a la COVID-19 – deben ser proporcionadas, transitorias y sujetas al control del poder legislativo y judicial.

El Consejo de Europa, por su parte, ha advertido que "un estado de emergencia de plazo indefinido e incontrolado no puede garantizar el respeto de los principios fundamentales de la democracia".

"En las democracias liberales de Europa, como Francia o España, las medidas de excepción siempre se adoptan por un tiempo limitado y con la supervisión de alguna institución como el Parlamento. Aquí en Hungría, no hay ninguna de estas garantías", explica a RFI el politólogo Michal Natorski, especialista de Europa central.

"Orban va a poder gobernar por decretos mientras dure la emergencia del coronavirus y sabemos que es muy difícil predecir por cuánto tiempo se extenderá", prosigue el profesor de la Universidad de Maastricht. Y recuerda que el estado de emergencia y las medidas excepcionales, adoptados por Orban y su partido el Fidesz en 2015 "por la crisis migratoria", siguen vigentes más de cuatro años después.

"Esto sencillamente puede llevar a introducir una dictadura unipersonal en el seno de la Unión Europea (UE), lamenta Natorski, es un peligro real teniendo en cuenta los precedentes relacionados con la trayectoria política de Viktor Orban".

Las políticas implementadas por el primer ministro populista y anti-inmigrantes en una década de poder hacen que la oposición tema que Orban abuse de los medios excepcionales. De acuerdo con entidades independientes, desde 2010 el líder de 56 años ha multiplicado sus ataques contra el Estado de derecho en el ámbito de la justicia, sociedad civil o libertad de prensa.

Cinco años de cárcel por difundir noticias falsas

Otro punto polémico de la reforma adoptada este lunes es que prevé sanciones de 5 años de prisión para quienes difundan noticias falsas sobre el coronavirus y las medidas decididas por el gobierno para contrarrestar la epidemia.

En un país donde el poder suele acusar al puñado de medios independientes que quedan, de propagar noticias falsas, las asociaciones creen que será una nueva forma de atacar la libertad de prensa.

"Esta medida parece que no solo va contra los periodistas sino que se podrá aplicar contra cualquier persona que informe en redes sociales sobre algún tema que el gobierno considere falso, es decir, que se podrá eventualmente poner en prisión a cualquier político o a cualquier persona que proteste contra las medidas adoptadas por el primer ministro contra el coronavirus", indica el politólogo Natorksi.

Los parlamentarios de la oposición que la semana pasada se negaron a aprobar el proyecto de ley bajo un procedimiento de emergencia han sido acusados de "traición". Para el legislador independiente Akos Hadhazy, esta ley es sobre todo "una trampa para la oposición", acusada por el gobierno de estar "del lado del virus".

Los opositores a la reforma instaban al gobierno a limitar el estado de emergencia a un período fijo. Nueve organizaciones internacionales de prensa, entre las cuales Reporteros Sin Fronteras y la organización Artículo 19, habían pedido a la Unión Europea (UE) que se opusiera a dicha ley.

Con información de RFI y de AFP

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